TALE OF WOE

miércoles, 27 de marzo de 2013

CARTA DE RESPUESTA DE LORENZO MORALES


RESPUESTA DE LORENZO MORALES (EL NOI DEL SUCRE) AL COMUNICADO DE LENDAKARIS MUERTOS Y SU MANAGER JUANTXU (LOS AMANECE PRODUCCIONES)

YO NO QUIERO ACTUAR EN EL VIÑA-ROCK, PERO EL VIÑA-ROCK ME OBLIGA ¿POR QUÉ SERÁ?

Por mi, si nos pagan lo que les pedimos y antes de anunciarlo nos han ingresado la pasta, sí iría. Otra cosa es que la banda me diga que no, entonces no hay más que hablar, quiero decir que no tenemos especial interés en ir, a nosotros no nos hace “ilusión” ir al Viña como a otros, pero si nos lo ponen a huevo… ”.

Firmado: Los Amanece Producciones & Lendakaris Muerto
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Después de haber leído la respuesta a mi carta del grupo Lendakaris Muertos, y entendiendo que no se han enterado de nada, y más aún, habiendo visto el video oficial del Viña-rock 2013 en donde se me desea la muerte, poco más tengo que decir.

Pero creo que algo sí hemos sacado en claro.

Por un lado, poder agradecer al Viña-rock su deseo de verme muerto. Eso significa que cuando no puedes comprar a alguien y es firme en sus convicciones, es preferible matarlo o hacerlo desaparecer. De eso ya sabemos bastante en este país. Son demasiadas las fosas que aún quedan por desenterrar.

Por otro lado, agradecer a Los Lendakaris Muertos y a su manager Juantxu (Los Amanece Producciones, “tanto monta, monta tanto”), su invitación a zanjar el asunto y a la amistad, ya que según dicen el enemigo es otro. Pero tenemos un problema. Es un problema sencillo, no muy complicado, que solo la universidad de la vida te enseña: Si tú amigo te engaña una vez, es culpa de tú amigo, si tú amigo te vuelve a engañar es culpa tuya.
Vuestro concepto de la amistad, de la honestidad, de la lealtad, creo que no tiene nada que ver con el mío.

Lo siento, pero yo no quiero tener amigos que utilizan tu amistad para su beneficio propio, como si la amistad fuera un negocio.

Yo no quiero tener amigos ni compañeros de viaje que son capaces de pisar la cabeza de cualquiera para seguir manteniendo su estatus y sus privilegios.

Yo no quiero tener amigos ni compañeros que cuando cometen un error, en vez de reconocerlo, buscan la justificación culpando a otros, como si eso les eximiera de la culpa.

Yo no quiero tener compañeros de trabajo que piden solidaridad, y cuando la consiguen y cumplen sus objetivos, se olvidan de los que pelearon, y si estos, como es evidente, después de habérsela jugado se lo recriminan, lo mejor que saben hacer es llamarle enajenado mental o mentiroso.

Que llaméis al público que os da ese dinero que tanto apreciáis y por el que sois capaces de hacer cualquier cosa, con el calificativo de “borregos” ya es grave, pero que después de todo lo que habéis escrito, dicho y respondido, lo queráis llamar también imbécil, eso ya no tiene nombre.

Yo nunca os pedí nada. De hecho no conozco ni a los integrantes de la banda personalmente, pero, aún así, actué como creo que debo de actuar, no solo con un amigo, sino con cualquiera al que necesite mi humilde ayuda, cuando se trata de una injusticia y por la que me pide mi apoyo.

Sí. Es cierto. Me equivoqué. Cometí un error como tantos que he cometido. Un error al que muchos llaman solidaridad y por lo cual se me intentó utilizar con un objetivo. Por un lado, vosotros para vuestros fines, por otro lado, los organizadores del Viña-rock para los suyos, que como es evidente, no eran otros, que joderos bien por haberlos denunciado e intentar dejaros solos y con el culo al aire.

Lo que ellos no se esperaban, porque jamás entenderán ese lenguaje, es que todavía haya gente en este mundo que creen en el significado de la palabra Dignidad. Y no lo digo solo por mí, sino por todos los que también se preocuparon por vuestro asunto.

Vuestra ceguera económica, vuestro egoísmo, nunca os dejó pensar en la otra parte, en la que iba a dar la cara, en lo que se jugaban. Nunca os dejó pensar, que los que salían ante el público eran otros y no vosotros, que los que quedarían marcados son los que hablaron, los que estuvieron encima del escenario. Pero eso a nosotros nunca nos importó, pues cuando alguien te pide ayuda y es por una causa justa, lo menos que puedes hacer es tenderle la mano.

Sí. He cometido un error. Y no dudaría en repetirlo las veces que hicieran falta. Porque si un error es luchar contra las injusticias, entonces, prefiero ser un loco equivocado a un cuerdo justificando sus razones.

El viña-rock sigue jugando sus cartas y la partida está al descubierto, e intentarán ganarla a toda costa, caiga quien caiga. Ellos pueden contratar por el dinero que os han pagado al grupo que quieran en este país, pero vosotros sois los elegidos, y esto no es ninguna casualidad. La intención está bien clara desde un principio: darle a entender a todas las bandas que no merece la pena dar la cara por nadie, que no merece la pena luchar, que mejor te estás callado, que yo ya te recompensaré por tan gratos favores. Así, poder seguir con el gran negocio sin tener oposición alguna. Así poder seguir siendo el reflejo dentro de la música, de lo que estamos viviendo en este país.

Si creéis que los capitalistas tienen lo que tienen porque son tontos, entonces no os habéis enterado de esta película, a no ser que vuestras intenciones y pensamientos sean los mismos que los de ellos. El capitalismo ni olvida ni perdona, y si lo aparenta, es porque busca un tonto útil que por un puñado de euros les haga el trabajo sucio.

Yo no quiero ser vuestro amigo ni espero que vosotros queráis ser los míos. Solo el tiempo es el que tiene esa capacidad y esa sabiduría. Pero al igual que un día me pedisteis mi apoyo y en lo que implica también el de todos mis compañero/as y no dudamos en ofrecéroslo, ahora, yo os pido ese mismo apoyo desde aquí, públicamente, pidiéndoos que no vayáis a actuar para estos desalmados que manejan hoy en día el Viña-rock.

Para terminar, me gustaría hacerlo con estas palabras que escribisteis y que tanto me marcaron:

“Hay muchas clases de personas. Las cobardes que nunca te miran a los ojos y nunca dan la cara. Las mentirosas, que se cubren en mentiras porque no tiene valor para enfrentarse a su verdad, esa verdad que les dice que la pasta es lo primero, ni amistades ni ética, ni dignidad: DINERO”

“En fin, nosotros cerramos con estas líneas este tristísimo capítulo recordando dos cosas: La primera, que no olvidaremos quién estuvo a nuestro lado (nos sobran dedos de una mano) y quién se situó en el lado del ENEMIGO”

Sin más, atentamente,

Lorenzo Morales (El Noi del Sucre)

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