No me hizo ni falta conocerlos en persona, hace año y medio, para darme cuenta de que eran gente de verdad. Las condiciones que nos ofrecieron para acompañarles en la gira de “Sexo, drogas & streetpunk” solo lo hace un grupo serio. De la puta calle. Y, al margen de todo lo que podáis oír de ellos, con la puta verdad como estandarte.
A Sku y los suyos les rodea el halo que conserva todo perro apaleado que logra sobrevivir, la fórmula que te convierte en Incorruptible en la antesala de lo indestructible.... Inmunes y eternos. Desde la primera generación PunkOi! del estado, hasta la última. Lo puedes oler 20 años después, en directo, en cualquier lugar del mapa, junto a la esencia de la vieja usanza. Esa que escribe con las entrañas y que solo pueden hilar los corazones agujereados y los cerebros unidos a un detonador. Y hace que no solo cuente lo que se dice... Sino también el cómo.
He visto, en año y medio, salas a rebosar de skinheads y punks, de más de tres generaciones distintas, hermanarse con un simple gesto de Sku, en cualquiera de los trallazos que escupen en sus conciertos.
Hacía tiempo que no veía algo así. Soy de los que entienden cuando se habla de hace veinte años. Ya que estaba allí. No me ha hecho falta conocerlos desde cero, vi en ellos la puta verdad... Algo que, por desgracia, es cada vez más extraño de encontrar en este imberbe siglo XXI. En nuestro ruidoso mundo de inadaptados, se llevan la palma, junto a unos pocos. Todo nuestro respeto, nuestra amistad y, porque no, nuestra admiración.
Larga vida al Oi! hermanos. Gracias a vosotros así será. Una vez más, los nadie, aquellos que olvidaron de matar al nacer, nos juntaremos en las calles de más abajo, poseedores de la vieja y eterna juventud, para nunca olvidar quienes somos.
20 años más, cabrones... Y yo que los vea con mis ojos de pollo.
20 años más de bronca y rebelión.
Zorionak, hermanos, ta eskerrik asko.
Podri (Rat-Zinger)
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