El
sábado 4 de julio, dentro del festival de la guitarra, le tocaba el
turno a Rosendo.
Con
gran puntualidad salió al escenario el grupo cordobés Hijos del
Hambre, grupo de rock urbano con letras desenfadadas que
cumplieron perfectamente con su misión de abrir la velada. Con el
aforo de la Axerquia bastante lleno, realizaron una actuación de
unos 40 minutos donde por momentos llegaron a animar al público con
temas comoAmor de madre. Al acabar su actuación la gente los
despidió con una cálida ovación.
Llegaba
el turno para el mítico Rosendo. Bastantes años llevaba el de
Carabanchel sin tocar en la ciudad y eso se notó con la Axerquia
rozando el lleno absoluto (más de 3.000 personas). El concierto
empezó con un escenario, como ha sido habitual en toda su carrera,
sin ninguna decoración, solo los tres músicos con sus instrumentos
en las tablas y sus respectivos amplificadores.
Arrancaron
con un tema ya veterano como Mala Vida, para seguir con
canciones más recientes como Atajo de cobayas, Cada día,
Quincalla o no!, Amaina tempestad. Aunque se trata de grandes
temas, el hecho de ser de sus últimos trabajos, provocaba que parte
del público estuviera un poco frío, pese al calor de la noche.
ConMuela la muela parece que la gente cada vez se va
entonando más. Llega el turno de recordar a Leño, esta vez el tema
elegido es El tren, que sirve de revulsivo para poner
“patas arriba” La Axerquia. A partir de este momento y ya con
temas más antiguos, la entrega del público fue cada vez a más, con
canciones como Por meter entre mis cosas la nariz, El
ganador, Masculino Singular y Vergüenza
torera que pese a ser reciente fue muy aclamada.
El
concierto va llegando al final y toca el turno a los grandes clásicos
que llevan a la entrega total de los asistentes. Flojos de
pantalón provoca que las gradas se llenen de cámaras para
inmortalizar el momento. Le sigue Pan de higo y
Rosendo se despide de Córdoba con Agradecido. Tras unos
minutos donde la gente corea su nombre, vuelve Rosendo a las tablas y
continua la fiesta con …y dale!, acabando
conNavegando volviéndose a retirar la
banda. Pero falta el toque de fiesta fina no podía faltar el
genial Maneras de Vivir y todo el público coreando
al unísono. Tras casi dos horas de concierto se retiraron
definitivamente los tres músicos.
Rosendo
cumplió con creces las expectativas levantadas. Tal vez
entre el público más veterano habría incluido algunos temas más
antiguos y de Leño en detrimento de tantos recientes,
pero Rosendo se caracteriza por no vivir de rentas de éxitos
pasados y en mi opinión es un acierto.
Esperemos
que no tardemos tantos años en volver a ver a Rosendo por
Córdoba.
Fotos
y Texto:
Miguel
A. Ábalos Atienza
*AUTOBUS ORGANIZADO DESDE FERNAN NUÑEZ.
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