ALHANDAL
Raíces marca el punto y seguido en un proyecto sustentado por más de doce años de
trayectoria y dos discos bajo el nombre de TYR. Un nuevo paso en la
manera de concebir el rock hecho en Andalucía, un guiño a los
“padres fundadores” de la explosión cultural que nuestra tierra
vivió a finales de los 70 y principios de los 80. Pero Raíces no es
sólo una celebración, es una colección de homenajes y de formas
de ver el rock de antaño con los sentidos de hoy, un recorrido por
el legendario tiempo del poeta del 27, un paseo por los templos
de la medina, un reflejo en el lago de nuestras pasiones que nos
ayude a comprender nuestro ininteligible yo, así es Raíces,
nuevo, de siempre, distinto y sobre todo de todos.
trayectoria y dos discos bajo el nombre de TYR. Un nuevo paso en la
manera de concebir el rock hecho en Andalucía, un guiño a los
“padres fundadores” de la explosión cultural que nuestra tierra
vivió a finales de los 70 y principios de los 80. Pero Raíces no es
sólo una celebración, es una colección de homenajes y de formas
de ver el rock de antaño con los sentidos de hoy, un recorrido por
el legendario tiempo del poeta del 27, un paseo por los templos
de la medina, un reflejo en el lago de nuestras pasiones que nos
ayude a comprender nuestro ininteligible yo, así es Raíces,
nuevo, de siempre, distinto y sobre todo de todos.
Junto a versiones de clásicos como Medina Azahara, Tabletom, Triana o
Camarón, este primer disco incluye cinco cortes propios abanderados por el homónimo al
disco, canciones que reflejan la inquietud de estos días, el amor a lo nuestro, la crítica a la
especulación, a los becerros de oro, a la tragedia entre hermanos. Un disco que es punto de
partida, como su nombre, una realidad dispuesta a crecer entre sombras y luces como refleja
su imagen, la genial obra del portadista Fernando Nanderas.
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