miércoles, 10 de abril de 2019

CRÓNICA DE AVALACH EN LA SALA M100 CÓRDOBA


El sábado 6 abril, una de nuestras bandas preferidas visitaba Córdoba y no podíamos dejar pasar la oportunidad de volver a verlos en directo. En esta ocasión, venían a presentar su último y muy reciente disco (tan solo lleva en circulación unos días),  siendo Córdoba la segunda fecha de la gira española. El lugar escogido fue la sala M100, que está vez aunque no se llenó sí que presentaba una buena afluencia.


Además de Avalanch, tocaban dos bandas teloneras. De estos grupos, solo vimos la parte final de la actuación de Manhattan Rock band, el nuevo proyecto de Manuel Escudero, que es un grupo de versiones heavies, de las que pudimos escuchar We rock (Dio), Concierto para ellos (Barón Rojo) o The final countdown (Europe).

Cambios de instrumentos, con un ligero retraso y tras la intro, una voz en ingles nos anunciaba que era la hora de Avalanch. Empezaron con los dos primeros temas de su último y genial álbum El oráculo y Demirgus. Estabamos situados en las primeras filas donde la respuesta de la gente era muy buena pese a los escasos días desde la comercialización del último trabajo El Secreto, bastante gente se notaba que “había quemado el disco de tanto escucharlo” para disfrutar así del concierto. La actitud de los músicos era fantástica, no así el sonido: la batería de Mike solapaba otros instrumentos y prácticamente a Isra no se le oía. Pensábamos que el mal sonidopodía ser por tratarse de los primeros temas, pero cuando fueron cayendo más canciones y la situación no mejoraba, decidimos retrasar nuestra posición. El sonido mejoró algo colocándonos en la zona media de la sala, pero no acababa de ser completamente nítido.


 Desde prácticamente el principio del concierto, Mike empezó a tener problemas con su espectacular batería: uno de los platos superiores parece que no estaba en la posición adecuada para el músico. Trataron de colocarlo bien, pero tuvieron muchas complicaciones. La actuación tuvo un par de pausas para intentar arreglar el “desaguisado”, pero no se solucionaba. Al final Mike con cara de pocos amigos, decidió continuar sin ese plato, periodo que se alargó durante unas canciones.

Fueron cayendo temas, siendo estos eran casi todos de su último disco: El peregrino, Deception, Flor en el hielo… Tal vez, tocaron demasiados temas nuevos (casí lo tocaron entero), pero bueno, era la presentación del disco y es una opción muy válida apostar por el nuevo material en los directos.

Pero lo que me decepciono en gran medida es la elección de otros temas, ya que se decantaron por canciones, que al menos para mí, no son ni de lejos los más representativos de la banda: Baal, Mil motivos o incluso Alborada, creo que perfectamente podrían haber sido sustituidos por otros más “grandes” como Ángel caído, Pelayo o El viejo torreón (por nombrar algunos). Cuando sonaron Pies de barro o incluso la “comercial” Alas de Cristal la gente respondió muy bien.


La calidad de los músicos de Avalanch es indiscutible. Destaca el virtuosismo de Jorge Salan en la guitarra y el fenómeno Mike Terrana, que por fin solventados los problemas con su batería (ya a mitad de concierto) hizo su apoteósico solo, que bestia.

Dirk Schlachter (Gamma Ray) al bajo ha sido la última incorporación sustituyendo al simpático Magnus, cumpliendo perfectamente su labor, pero manteniendo una postura más pasiva, su solo también creo que pudo ser prescindible. Isra cantó a un gran nivel, y aunque no es un gran frotman, cada vez se le ve más suelto. Y “el jefe “ Rionda tomo un papel más protagonista que antaño, muy sonriente y tocando como no, a un altísimo nivel.

Para el tramo final, dejaron, las que para mí fueron las únicas tres canciones, realmente representativas del grupo Xana, Lucero y Torquemada, haciendo enloquecer esta vez sía la gente.

No quiero que se me interprete mal, no fue un mal concierto, pero los problemas técnicos, a mi entender las excesivas “pausas” entre solos e interacciones excesivas con el público, y un setlist donde faltaron más temas “grandes” y haber tenido más tiempo de escucha a las nuevas canciones, lastraron la actuación. Todo esto provocó que me dejaran un cierto sabor agridulce, ya que es un grupo que me encanta, he visto muchas veces y  siempre sus conciertos son impresionantes, pero me quedo con que no tuvieron una noche del todo afortunada.

Como anécdota muy positiva, Rionda y compañía tuvieron la deferencia  segundos  después de acabar el concierto, ir a la salida hacerse fotos y saludar a todo el mundo, mostrando una gran paciencia, simpatía y por qué no decirlo humildad. Grandes estos Avalanch!!!!




                                                                                                                                             Fotos y Texto: Miguel A. ÁbalosAtienza

No hay comentarios:

Publicar un comentario