El trimestre rockero que nos ha
llevado a ver por tierras andaluzas a: AC/DC, Sabaton-Medina-Scorpions y ayer como
punto final, Iron Maiden que curiosamente fue en el mismo lugar donde empezamos
este trío de conciertos, el Estadio de la Cartuja en Sevilla, si bien esta vez,
el aforo bastante más reducido que con AC/DC, 15.000 personas para disfrutar
con la mítica banda británica.
La velada empezaba con el grupo
telonero Theravenage, Al tratarse de un día laboral, desplazarnos desde Córdoba
y en general el poco interés que nos suscitaba este grupo, cuando entrabamos en
el estadio, finalizaba su actuación, por lo que no podemos hacer una reseña.
Opinamos, que con el elevado precio de la entrada, se echó a faltar un telonero
de más “cache”.
Pasadas las 22h, se escucha el Doctor Doctorde UFO, señal de que Maiden
van a empezar. En las pantallas laterales se proyecta un video de presentación
y el escenario de repente, se ha transformado en un templo Maya en mitad de la
jungla. Bruce aparece en solitario sobre las tablas con el inicio de Ifeternityshouldfail, para a
continuación aparecer el resto de la banda, todos derrochando una gran energía
que trasladan al público.
Esta gira, es de presentación de
su último disco, The book of souls, y en esta primera parte, suenan algunos de
sus temas como Speed of light, Tears of a
clown, The red and the black, posiblemente la que mejor respuesta tuvo. La
actitud de los fans en general, ante estos nuevos temas, era muy buena, pero
cuando empezaron a caer clásicos como The
trooper o Powerslave, la comunión
público-banda fue total.
Bruce estaba pletórico, cantando prácticamente
como siempre, superando la terrible enfermedad que tanto nos asustó a sus
seguidores. A parte de cantar, su actuación fue muy teatral: poniéndose máscaras,
uniforme de soldado británico, una soga de ahorcado en The Halloweed be thy name. Claramente el peso del concierto lo
llevan Bruce y Steve Harris con sus carreras por todo el escenario, aunque
Janick continua con sus malabares en la guitarra, quedando Adrian Smith y Dave
Murray en un segundo plano, más estáticos.
Para mí el momento álgido del
concierto fue Fear of the dark, donde
todo el público lo cantó al unísono. Con
The book of the souls apareció un
Eddie deambulando por el escenario y al que Bruce le arrancó el corazón. En el
tema Iron Maiden surgió desde detrás
de la batería de Nicko una cabeza gigante del Eddie de la portada del último
disco.
El escenario, como ya he citado, recreaba
un templo maya, y aparecían variados telones según los temas. Se usaron llamaradas
de manera esporádica. Aunque continua siendo muy visual, creo que la banda
debería “actualizar” un tanto este aspecto, ya que el patrón escénico lo llevan
ya repitiendo varias décadas, limitándose a adaptarlo a la temática de cada disco.
Pero se echa en falta aspectos más variados como rampas, plataformas móviles,
pirotecnia, pantallas…
Una pequeña pausa y apareció un
macho cabrío, señal inequívoca de que llegaba The number of the beast que fue muy aclamada. Una emotiva Blood brothers dio paso al tema Wasted years con el que la banda se
despidió. La gente se quedó con ganas de más fiesta, ya que las dos horas
pasaron volando.
Después de este genial concierto,
esperemos que en futuras giras de los Maiden, podamos volver a disfrutar de su
directo por estas tierras.
Texto y Fotos
Miguel
A. Ábalos Atienza
Setlist: Iron Maiden, La Cartuja Sevilla (14-7-2.016)
· Doctor Doctor (UFO) (Canción de Presentación)
· Video Presentación
·Encore
(Pausa)
·Always Look onthe Bright Side
of Life(Monty Python Canción cierre)
*Próximamente FOTOS del concierto.
De nuevo desde nuestro blog, nuestro AGRADECIMIENTO a Miguel por esta magnifica crónica.
Los accesos muy malos, me hicieron dar la vuelta a todo el estadio para llegar al mismo punto, pero por el otro lado. No había ninguna señalización.
ResponderEliminarLuego preguntando al personal de seguridad cuál era la puerta de acceso para la zona “Black circle”, no tenían ni idea, y uno de ellos me mandó a la zona de entrada para la pista general. Finalmente di con uno que se fue dentro a preguntar y ya supo decirme por dónde tenía que entrar. Pero la horita que me pase danto tumbos bajo el sol no hay quien me la quite.
Una vez dentro, cuando empezó la actuación de los Maiden, la zona black circle fue invadida, una auténtica vergüenza que no hayan puesto un pasillo divisorio. Y yo pagué 130 euros para no estar tan apretujado. También podían haber sacado una manguera para refrescar un poco al publico.
Lo mejor, la memorable actuación del grupo y las dos púas que me llevé de recuerso.